lunes, 8 de febrero de 2016

Vivir leyendo

El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.
Miguel de Cervantes (1547-1616)

Querido-a lector-a,

Hoy he elegido esta frase porque creo que con ella nuestro ilustre D. Miguel nos envía un mensaje claro y muy de actualidad. Alguien dijo que para escribir primero hay que vivir. Y eso precisamente es lo que hizo Cervantes, vivir su vida de forma apasionada, con mas sinsabores que alegrías pero al fin y al cabo llena de experiencias.
Este es un error en el que incurrimos muchas veces los amantes de la literatura. La lectura es una pasión que necesita de tranquilidad y en la que se produce una comunión entre libro y lector que nos aísla del resto del mundo. Por ello, debemos dedicar tiempo a nuestra pasión pero también a disfrutar del mundo exterior y sobre todo de los que nos rodean. Una buena forma de conseguirlo es hacer participes de nuestras lecturas a los demás. ¿Qué puede haber más gratificante después de una comida entre amigos que una buena tertulia literaria?. Sí abnegado-a lector-a no me pongas esa cara de rechazo. Ya sé que puede  que algún comensal termine bostezando, pero es un riesgo que hay que correr. Ya está bien de terminar las comidas o cenas de amigos hablando de los niños los que los tengan, de política o de las hazañas de eso millonarios cuyo único mérito es darle patadas a un balón en pantalón corto. Lo que evidentemente no podemos hacer es abrumar a nadie con disquisiciones filosóficas después de una copiosa comida, pero si plantear una charla distendida y salpicada con un poco de sentido del humor. Viene a mi memoria a propósito de esto las reuniones que según Cervantes tenían las familias en muchos hogares de su época alrededor del fuego, en las que se leían en voz alta las novelas de la época.
Otro día reflexionaremos sobre las lecturas en público que creo que pueden crear mucha afición al mundo de los libros.

Pues nada, lector-a, lo dicho a leer sin olvidarse de vivir.

Queda en paz

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