Por fin se acabó la semana de San Valentín. Sí, no me he equivocado, he escrito la semana, no el día de San Valentín. Con esta fiesta, como con algunas mas, está ocurriendo que han pasado de ser un día y poco más, a ser semanas e incluso meses. Cuando yo era un niño, la Navidad eran tres o cuatro días y se acabó, ahora, las fiestas de navidad empiezan el uno de diciembre y terminan el seis de enero. Pues eso mismo ocurre con San Valentín, que ha pasado de ser un día a ser una semana e incluso a veces mas. En todo esto creo que algo tienen que ver las grandes superficies y las multinacionales del mundo de la moda y los perfumes, que nos bombardean con la publicidad, hasta hacernos pensar que no amamos a nuestra familia o nuestra pareja si no les hacemos un buen regalo. En fin, una idiotez mas de las muchas que nos han tocado vivir. Por cierto, hablando de idioteces. ¿A quién se le habrá ocurrido eso de instituir el día anterior a San Valentín, el día de los Singer?. Y sigo preguntando, ¿a que pedazo de tarugo se le ha ocurrido llamarnos Singer a los solteros?. Mira que darnos a los pobres solteros-as, separados-as y demás desparejados, el mismo nombre que a una mítica máquina de coser. Pues mira, yo me niego, por muy solo que esté, a dedicarme a estas alturas al bordado y tricotado de prendas varias. Bromas a parte, lo curioso de la celebración de San Valentín, es que este santo no fue ni mucho menos una especie de cupido, simplemente se dedicó a hacerle la puñeta a un emperador romano casando a quien no debía y predicando el cristianismo a troche y moche. Te hago un resumen de la historia de San Valentino, que así se llamaba realmente este santo. Lo de San Valentín ha debido ser una forma como otra de refinar el nombrecito:
"La historia del día de San Valentín comienza en el siglo tercero con un tirano emperador romano y un humilde mártir cristiano. El emperador era Claudio III. El cristiano era Valentino. Claudio había ordenado a todos los cristianos adorar a doce dioses, y había declarado que asociarse con cristianos era un crimen castigado con la pena de muerte.
Valentino se había dedicado a los ideales de Cristo y ni siquiera las amenazas de muerte le detenían de practicar sus creencias. Valentino fue arrestado y enviado a prisión. Durante las últimas semanas de su vida, algo impresionante sucedió. El carcelero, habiendo visto que Valentino era un hombre de letras, pidió permiso para traer a su hija, Julia, a recibir lecciones de Valentino. Julia, quien había sido ciega desde su nacimiento, era una joven preciosa y de mente ágil. Valentino le leyó cuentos de la historia romana, le enseñó aritmética y le habló de Dios. Ella vio el mundo a través de los ojos de Valentino, confió en su sabiduría y encontró apoyo en su tranquila fortaleza.
"¿Valentino, es verdad que Dios escucha nuestras oraciones?" Julia le preguntó un día. "Si, mi niña. El escucha todas y cada una de nuestra oraciones," le respondió Valentino. "¿Sabes lo que le pido a Dios cada noche y cada mañana? Yo rezo porque pueda ver. Tengo grandes deseos de ver todo lo que me has contado!" Valentino le contestó, "Dios siempre hace lo mejor para nosotros, si creemos en El." "Oh, Valentino, yo si creo en Dios", dijo Julia con mucha intensidad. "Yo creo." Ella se arrodilló y apretó la mano de Valentino. Se sentaron juntos, cada uno en oración. De pronto, una luz brillante iluminó la celda de la prisión. Radiante, Julia exclamó, "Valentino, puedo ver, puedo ver!" "Gloria a Dios!" exclamó Valentino.
En la víspera de su muerte, Valentino le escribió una última carta a Julia pidiéndole que se mantuviera cerca de Dios y la firmó "De Tu Valentino". Valentino fue ejecutado el día siguiente, el 14 de febrero del año 270, cerca de una puerta que más tarde fuera nombrada Puerta de Valentino para honrar su memoria. En el 496, el Papa Gelasio I nombró a ese día como el de San Valentín. Fue enterrado en la que es hoy la Iglesia de Praxedes en Roma. Cuenta la leyenda que Julia plantó un Almendro de flores rosadas junto a su tumba. Hoy, el árbol de almendras es un símbolo de amor y amistad duraderos.
Otra historia relata que San Valentín fue sacrificado porque se dedicó a casar parejas aun cuando el emperador lo había prohibido. Al parecer, el dirigente romano tenía la creencia de que los soldados casados no eran tan buenos y eficientes como los solteros."
En fin, ya ves querido lector que a veces nada es lo que parece y hay pocas cosas que no consiga una buena publicidad.
Queda en paz
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