viernes, 25 de marzo de 2016

Primavera, golondrinas y catedrales

Volverán las oscuras golondrinas
de tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a tus cristales,
jugando, llamarán.

Pero aquéllas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas .... ¡no volverán !

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquéllas cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán !

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante el altar,
como yo te he querido...,desengáñate,
nadie así te amará .



Querido lector-a

Hoy empiezo mi reseña con estos versos maravillosos de Becquer. La razon es obvia, hoy he visto en mi jardin las primeras golondrinas. Como todo esta primavera, ellas tambien se han adelantado. El cambio climatico dirá todo el mundo. Pero, yo me pregunto, ¿esto del cambio climatico es algo nuevo?. ¿Es un proceso natural o como dicen la nayoria de los científicos es consecuencia del llamado efecto invernadero?. Pues no tengo ni idea porque en esto como en todo, "doctores tiene la Iglesia". Lo que si te puedo decir, es que no es la primera vez que en este planeta nuestro se produce un cambio climático. Además, uno de los último fue enormemente fructífero desde el punto de vista artístico. Me explico. El climatólogo británico Hubert H. Lamb, ya en 1965 acuñó el concepto de Período Cálido Medieval que se desarrolló en Europa entre los siglos VIII y comienzos del XIV. Durante estos siglos, el calentamiento climático provocó una mejora de las cosechas e incluso que determinados cereales llegaran a cultivarse hasta en la península Escandinava. Un hecho llamativo es la expansión del cultivo de la vid, que llegó a provocar la producción de vino en zonas como Alemania e Inglaterra. Para que nos hagamos una idea, actualmente uno de los pocos vinos que se obtienen en Alemania es el llamado vino del hielo, cuya uva se recolecta a - 4º centígrados, obteniéndose la fermentación de solo una melaza de la uva. Esto produce un vino dulce de sabor muy peculiar. Pues bien toda esta mejora de las cosechas, provocó un auténtico boom económico(ojo, para aquella época una bonanza económica significaba simplemente que la gente no se muriera de hambre). No obstante, en todos las villas y burgos se empezaron a construir grandes iglesias y catedrales, primero de estilo románico y luego gótico. En los monasterios, que acaparaban gran parte de la riqueza, se pudieron dedicar a copiar los textos clásicos greco-romanos, lo cual impidió que el saber de los clásicos, pilar de nuestra cultura actual no se perdiera. Incluso gracias a aquellos monjes llegó hasta nosotros información sobre la historia egipcia, a través de traducciones de historiadores como Heródoto. ¿Curioso verdad que simplemente un aumento de unos grados de la temperatura ambiente provocara movimientos culturales tan importantes?. Pues ya ves, a veces cosas que nos parecen insignificantes terminan siendo importantísimas. Ocurre muy a menudo en nuestras vidas, a veces conoces a alguien en quién apenas reparas y en poco tiempo se convierte en alguien muy importante para ti.
Por cierto, algo raro me está pasando porque, ¿Cómo es posible empezar una reseña hablando de golondrinas y primavera y terminar hablando del cambio climático y la cultura medieval?. En fin, querido lector, te pido perdón humildemente por mis digresiones. Y por último ya que hemos hablado de edad media y catedrales, no puedo dejar de recomendarte dos novelas que tratan magistralmente este tema, Los Pilares de la Tierra de Ken Follet  y La Catedral del Mar, de Idelfonso Falcones. Si no las has leído, no dejes de hacerlo, merece la pena.

Quedar en paz









 

No hay comentarios:

Publicar un comentario