Hoy vamos a hablar de unos libros fundamentales en la historia del cristianismo, los Evangelios. Pero me voy a permitir hablarte de los otros evangelios, esos libros casi olvidados sobre la historia de Jesús que narran su vida con la misma pasión y amor a su figura que los cuatro canónicos. Como sabes son los llamados Evangelios Apócrifos.
Pablo de Tarso (San Pablo para los católicos), consideraba que la única parte importante de la vida de Jesús eran su muerte y resurrección. Sin embargo todos los evangelistas enmendaron la plana a Pablo y se dedicaron a narrar todos los pormenores de la vida de Jesús de Nazaret. No voy a plantear aquí si Jesús es o no el Mesías, eso lo dejo para la fe de cada uno. Lo que voy a intentar explicar es que los testamentos apócrifos nos aportan una visión muy importante de la época de Jesús.
Los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan(los oficiales), fueron escritos durante los cien primeros años después de la muerte del Nazareno. Al parecer, la aparición de los llamados apócrifos se debió a la avidez de los primeros cristianos por conocer hechos de la vida de Jesús que en los primeros evangelios quedaban en el aire.¿ Que te parece si repasamos algunas de las aportaciones de los apócrifos a nuestros conocimientos actuales de la vida de Jesús?:
La historia de la Verónica
Cualquier alicantino, entre los que me encuentro, ha acudido alguna vez al monasterio de la Santa Faz, donde se conserva una parte del paño de la Verónica. Según el evangelio de Lucas: " Le seguía una gran multitud del pueblo y mujeres que se dolían y se lamentaban por Él. Jesús, volviéndose a ellas, dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos. Porque llegarán días en que se dirá: " Dichosas las estériles, las entrañas que no engendraron y los pechos que no criaron". Lo curioso es que este pasaje se trasformó en la siguiente historia recogida en el evangelio apócrifo Muerte de San Pablo:" Cuando mi Señor se iba por ahí predicando, y yo carecía de su presencia muy a pesar mío, quise que me pintaran su imagen, para que mientras me veía privada de su presencia, me diese al menos consuelo su figura. Y cuando llevaba el lienzo al pintor para que me la pintara, mi Señor me salió al paso y me preguntó a dónde iba. Cuando le expliqué la causa de mi marcha, me pidió el lienzo y me lo devolvió señalado con la imagen de su venerable Faz. Por consiguiente si alguien mira con devoción su aspecto, obtendrá el beneficio de la curación". De hecho Verónica es un vocablo grecolatino: vero icono que significa "verdadera imagen" de Jesús.
El Nacimiento y los Reyes Magos
Los nombres de los Reyes Magos llegaron hasta nosotros gracias a algunos de los apócrifos. En ninguno de los canónicos son nombrados con sus nombres.
En el Protoevangelio de Santiago, se refiere que cuando llega el momento del parto, José y María entran en una cueva. Ocurren signos maravillosos, como la detención del curso del tiempo, plasmada en una escena campestre en la que personas y animales quedan inmóviles, como las aves suspendidas en el aire. José busca a una partera israelita para ayudar a María. La encuentra, pero cuando llega a la cueva, el nacimiento ya ha tenido lugar. La partera glorifica a Dios por el milagroso nacimiento y lo comunica a una amiga, de nombre Salomé. Esta se muestra incrédula y exige una comprobación física de la virginidad de María; la realiza ella misma, pero su mano queda carbonizada por su incredulidad. Arrepentida, Salomé quedará curada al tomar al Niño entre sus brazos. Resulta curioso como en este evangelio se afronta abiertamente la virginidad de María.
La crucifixión
En el evangelio de Nicodemo aparece por primera vez el nombre de los dos ladrones crucificados junto a Jesús, Dimas y Gestas. Este dato tampoco aparece en los canónicos. Así mismo, un episodio tan fundamental como el lanzazo que sufrió el Nazareno a manos de un soldado, sólo es recogido de pasada en el evangelio de Juan. Nicodemo no solo nombra al soldado por su nombre, Longino, si no que da un pormenorizado detalle de los hechos.
María Magdalena
En los últimos años se ha debatido mucho sobre el verdadero papel de María Magdalena en la vida de Jesús. No necesito recordarte el enorme éxito que cosechó el Código da Vinci, novela en la que Dan Brown expone sus teorías sobre este asunto. Te recuerdo la "Ultima Cena" de Leonardo da Vinci en la que la figura de Jesús dirige su atención hacia un apóstol(al parecer Santiago), al que el pintor dota de apariencia femenina. ¿Es Santiago o María Magdalena?. Pues bien, en el evangelio de María, María Magdalena es considerada el primer apóstol por delante de Pedro, y en el evangelio de Felipe se defiende la imagen de una comunidad de seguidores de Jesús en la que tenían mucha importancia las mujeres. Ya ves, nada que ver con la Iglesia actual.
Creo firmemente que estos textos(más de cincuenta), como mínimo merecen ser estudiados con atención, entre otras cosas porque nos dan una visión más amplia de Jesús de Nazaret. Lo menos importante es que consideremos a Jesús un personaje histórico o el Hijo de Dios. Lo importante de verdad es el mensaje de amor y paz que nos transmitió. ¿No te parece?.
Por último voy a hacer mención de una novela de Fernando Sánchez Dragó, " La Prueba del Laberinto"(Premio Planeta), en la que trata, desde su punto de vista un tanto peculiar, de los evangelios apócrifos. En esta novela Fernández Dragó asegura que los evangelios canónicos fueron elegidos en el concilio de Nicea mediante un método un tanto chapucero, a saber, se pusieron todos los evangelios existentes encima de una mesa con una de las patas cojas. Se agitó la mesa y los cuatro últimos evangelios que quedaron se consideraron los verdaderos. En fin, lo dejo ahí. Además, ¿Quién nos dice que en todo esto no estuvo por medio el Espíritu Santo y su inspiración?.
Quedar en paz
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