Hoy voy a empezar a hablarte sobre cuentos y leyendas del Antiguo Egipto. Los cuentos creados en el Antiguo Egipto, constituyen una de las primeras manifestaciones literarias de la historia y presentan un enorme interés por varias razones. La primera de ellas es que nos permiten acceder con enorme claridad a los patrones de pensamiento y conducta de la cultura egipcia. La segunda causa de su especial interés es que pese a los miles de años que nos separan, el mundo faraónico que se describe en los cuentos nos recuerda poderosamente al nuestro. Temas como el de la venganza, el ingenio, la injusticia judicial, la arrogancia de las potencias militares y políticas, la corrupción de las instituciones, el engaño amoroso, las ciencias ocultas, la propaganda de los gobernantes o la afición por lo fantástico son tan actuales hoy que, sin dificultad, podríamos hallarlos reflejados en cualquier periódico o informativo actual. Todo esto nos permite ver hasta que punto el ser humano sigue siendo el mismo, aunque el de aquella época pensara que el ombligo del mundo estaba surcado por el Nilo y el de hoy sea capaz de viajar a otros planetas. Las pasiones y las acciones de ambos resultan reveladoramente semejantes, Por algo los científicos aseguran que en el ADN de los actuales europeos hay restos del ADN de Tutankhamon.
En el caso de la Historia de Sinuhé, estamos hablando de un relato que data de hace más de 3.000 años, en concreto comienza con la muerte por envenenamiento del faraón Amenemhat I, el primer rey de la dinastía XII. Las múltiples copias que se conservan de este texto demuestran la popularidad que tuvo en la época faraónica. Fue muy usado por los aprendices de escriba, razón por la que se conservan hasta 28 óstracas( fragmentos cerámicos o de piedra empleados para escribir y dibujar) y siete papiros que recogen diversas partes del texto. Esta historia está escrita en escritura hierática, una simplificación de la jeroglífica y la más utilizada por los escribas. La trama de este cuento resulta sencilla:
Sihuhé es miembro de la corte de Amenemhat I. Cuando este fallece y mientras su hijo y corregente Sesotris I se encontraba guerreando en Libia, decide huir de Egipto temeroso de lo que pueda derivarse de lo que aparenta ser un golpe de estado. En su huida, Sinuhé atraviesa distintos territorios hasta que se asienta en una tribu de beduinos. Su conocimiento superior de las artes militares le permite encontrar un acomodo extraordinario, hasta el punto de que el jefe de la tribu le casa con una de sus hijas y le convierte en su heredero. Sinuhé logra una cierta posición pero, como él mismo narra, aquella nunca fue del todo estable. Con el paso del tiempo, y cuando parecía llegado a la cima de su poder, incluso tiene que enfrentarse con un beduino rival que persigue privarle de todo lo conseguido durante su exilio. El relato de la lucha entre Sinuhé y el beduino constituye una pequeña pieza maestra donde se describen las artes del duelo en la época, primero usando armas arrojadizas para después pasar a una embestida cuerpo a cuerpo. Sinuhé vence en aquella lid, pero la cada vez más innegable vejez y la conciencia de que nunca dejará de ser un extranjero(cuanto les sonará esto a muchos españoles que han hecho su vida en otros países), le llevan a experimentar una extraordinaria añoranza de su tierra. Se ve convertido en un anciano que, por lo menos, desea ser enterrado en Egipto de acuerdo con las practicas de la momificación y no según las costumbres de los beduinos.
Cuando el rey de Egipto lo llama a su presencia y le asegura que lo recibirá bien porque no hay nada contra él, Sinuhé regresa a su patria donde se le concede un puesto en la corte y todo lo necesario para poder descansar en su tierra.
Este magnífico relato de aventuras fue llevado al cine por Hollywood bajo el nombre de " Sinuhé el egipcio". Como ocurre casi siempre cualquier parecido entre el argumento de la película y la historia real, es pura coincidencia. Sí es recomendable leer el libro de Mika Waltari del mismo título. En esta novela el autor, con la excusa de contar la historia, envuelve el argumento de un ambiente costumbrista de la época de los faraones que convierte a aquella en un documento casi histórico. Si la puedes encontrar querido lector-a, no dudes en leerla.
Quedar en paz
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