Estimado lector-a,
Me vas a permitir que te comente la última novela de Inma Chacón, "Tierra sin hombres". Vamos a empezar con el resumen del argumento:
En esta novela se narra la historia de una familia de una aldea gallega a principios del siglo XX. Rosalía, una lechera hecha a trabajar duramente vendiendo la leche de sus vacas que podría haber salido del famoso poema del marqués de Santillana que comienza así:
Moza tan fermosa
non vi en la frontera,
como una vaquera
de la Finojosa
Sus dos hijas, Elisa y Sabela, victimas de los manejos de su madre y eternamente enfrentadas por el hombre equivocado. Eloy, un muchacho del pueblo enamorado de Elisa y capaz de renunciar a ella a sabiendas de que sería desgraciada con Martín, uno de esos individuos del que se enamoran todas. Y entrando y saliendo de la trama Manuel, hermano del marido de Rosalía, uno de los muchos gallegos que marcharon a América y, o no volvieron, o lo hicieron derrotados. De ahí el título de la novela, Tierra sin hombres (sí, ya sé que alguna de mis lectoras estará pensando que es la tierra ideal), y ¿por qué no decirlo?, tierra de supersticiones, meigas y presiones morales que terminan destrozando a sus habitantes. Si todo esto lo acompañamos con un clima infernal, pues ya tenemos la típica novela gallega.
Leyendo este relato no he podido evitar pensar en dos cosas, la primera en la bíblica parábola del hijo prodigo, ya sabes, no importa lo indeseable que seas ni las victimas de tu conducta que hayas dejado atrás, lo importante es volver, que seguro que habrá una madre, un padre o una esposa que te recibirá con los brazos abiertos. Está muy bien dar una segunda oportunidad a quien se ha equivocado, pero sin olvidarse de los que han permanecido siempre al pie del cañón.Y la segunda es esa tendencia que tienen muchas mujeres a enamorarse de quién no les conviene. Al parecer esto tiene un fundamento científico ya que el cerebro femenino es muy dado a sentirse atraído por lo desconocido.Yo creo que el masculino también, pero no seré yo quién contradiga a los doctos y eruditos. Al final, todo esto termina perjudicando a los pobres infelices que tratan de atraer a las mujeres a base de honradez y cortesía(no creáis queridas lectoras, todavía quedan hombres así).
Por último, el final de la novela resulta sorprendente y magistralmente elaborado por la autora. Os recomiendo a todos-as su lectura, muy apropiada para estos tiempos de fríos y recogimiento.
Quedar en paz
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