La Asociación Española de Editores acaba de publicar un estudio sobre el habito de lectura en España. Lo que más me ha impresionado es que al parecer el 40 % de los españoles no abrieron un solo libro en el último año. Creo que para cualquier lector este dato resulta al mismo tiempo sorprendente y preocupante. Está claro que los medios audiovisuales, Internet con sus redes sociales y esa vida acelerada que nos ha tocado vivir no facilita la lectura. Para leer se necesita ante todo tranquilidad y concentración y de esto creo que lamentablemente carece casi todo el mundo. Eso sí, el que quiere puede. A menudo nos encontramos a viajeros de autobuses o trenes enfrascados en la lectura durante el trayecto de su casa al trabajo; una forma perfecta de aprovechar ese tiempo baldío para leer un rato.
Pensando en todo esto, entiendo que es importante conseguir que los niños de ahora sean los lectores del mañana. Y para eso, los adultos nos debemos convertir en fabricantes de lectores. ¿Que cómo se fabrica un lector?. Pues mira lo primero y creo que fundamental es que los niños vean leer a sus mayores. Es importante también que desde muy pequeños les enseñemos a ver los libros no solo como una herramienta en su duro trabajo de aprendizaje, si no como una fuente lúdica de diversión y felicidad. Por favor que no se duerma ningún niño o niña sin que sus padres le hayan leído un cuento, porque esa es la mejor forma de estimular su imaginación. Es también fundamental que en esas épocas en que inundamos de regalos a los niños de nuestras familias, los libros sean una parte importante.
Desde hace un tiempo decidí regalar libros a los niños de mi entorno familiar y amistoso. Por pura casualidad localicé en San Vicente del Raspeig, muy cerca de mi casa, una librería dedicada a la literatura infantil y juvenil, su nombre, El Petit Lector. Cuando llegas en esta librería, te das cuenta que estas entrando en una auténtica fábrica de lectores. Laura, su simpática propietaria, no solo se ocupa de recomendarte los mejores libros para cada edad, además organiza para los chavales eventos de cuenta cuentos y un montón de actividades más que sirven para acercar a los más pequeños al maravilloso mundo de los libros. Gracias Laura por tu trabajo y dedicación y por esos ratos maravillosos que paso en tu librería.
Pues nada querido lector-a, vamos todos a fabricar lectores, aunque solo sea para que el día de mañana alguien disfrute de nuestros libros y que no nos ocurra como a don Quijote con los suyos.
Quedar en paz
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