miércoles, 29 de junio de 2016

Las frases de la felicidad

Estimado lector-a,

Hoy vamos a hablar de la felicidad. Muchas veces en medio de una conversación con cualquier persona, me han entrado ganas de interrumpirla y preguntarle: ¿oye, tu eres feliz?. Cada vez que le haces a alguien esa pregunta la contestación suele ser rápida, impulsiva. -El sí, por supuesto-, sale a borbotones de la garganta. Pero si observas bien los ojos de tu interlocutor, casi siempre se le apaga la mirada segundos después de contestarte. Mi pregunta es a la vez sencilla y compleja: ¿ qué hace falta de verdad para ser feliz?. De lo que estoy absolutamente seguro es de que hay algo que no da la felicidad, pasarse la vida acumulando cosas y más cosas. Eso en todo caso te puede hacer la vida más cómoda, pero nunca más feliz.
Hace unos días estuve releyendo un librito de frases y se me ocurrió buscar algunas sobre la felicidad. Si te parece vamos a comentar algunas, porque creo que nos pueden dar un poco de luz para por fin poder responder esa pregunta incomoda que me hago tan a menudo. Aquí están algunas:

"La felicidad frecuentemente se cuela por una puerta que no sabias que estaba abierta". John Barrymore.

Creo que eso es verdad, muchas veces cuando crees que ya nadie te va a aportar nada, aparece alguien que no esperas y cada día te hace un poco menos infeliz

"La felicidad se alcanza cuando, lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía". Gandhi.

Ya está aquí la famosa armonía de los orientales de la que, seamos sinceros, los occidentales nos hemos cachondeado mas de una vez. Pues mira, creo que esto de la armonía entre mente, cuerpo y acción, es algo nada descabellado. Al fin y al cabo, podemos sonreírnos cuando escuchamos estas teorías, pero al mismo tiempo las clases de yoga, taichí y otras técnicas de relajación orientales, están a rebosar de gente que no tienen precisamente los ojos rasgados ni la tez morena. Por lo tanto vamos a tratar de relajarnos que hasta puede que nos sorprendan
los resultados.


"La felicidad es íntima, no exterior; y por lo tanto no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos". Henry Van Dyke.

Esta frase sí es para mí cierta al cien por cien. Además, lo he experimentado en carne propia. Yo, en la época de mi vida en que fui más feliz tenía lo justo para vivir dignamente, sin lujos, pero eso sí, rodeado de amor por todos los costados
. Sin embargo conforme mi situación económica mejoró, no solo no fui más feliz, si no que estoy convencido de que lo fui siendo un poco menos cada vez que conseguía algo.


"La felicidad es darse cuenta de que nada es demasiado importante”. Antonio Gala.

Esta frase de Antonio Gala, del que más adelante comentaré alguna de sus obras, es demoledora. Nos pasamos la vida dando una importancia vital a cosas que realmente no la tienen de forma intrínseca. No es importante tener una casa con un montón de dormitorios si solo puedes dormir en uno. No es importante tener varios coches si solo tienes un culo para sentarte en uno de ellos. Y así tantas y tantas cosas.

"La felicidad es sencillamente buena salud y mala memoria". Albert Schweitzer.

En esta frase se conjugan dos requisitos fundamentales para ser felices. Querido lector, te puedo asegurar que cuando falla la salud, todo, absolutamente todo, se desmorona en tu vida. Plantearte entonces si eres feliz es una incongruencia. ¿Cómo se puede ser feliz en un hospital rodeado de dolor y enfermedad?. En cuanto a la mala memoria, cuantas veces he deseado(supongo que tu también), no acordarme de muchas cosas, de muchas ofensa, de tantas carencias.

En definitiva, y para no agobiarte con tanta frase, mi definición de felicidad es muy sencilla: es un estado de enajenación mental súbita y fuente de ansiedades posteriores. La explicación es muy sencilla, para mi la felicidad absoluta no existe, existen momentos, flases en los que uno experimenta algo grato a lo que llama felicidad. ¿Qué provoca esos momentos?. Y yo que sé, querido-a lector-a, si lo supiera no estaría soltándote el royo que te acabo de soltar. Perdón por ello,

Quedar en paz












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