lunes, 27 de febrero de 2017

PATRIA

Estimado lector-a,

Hoy voy a comentarte "Patria", la última novela de Fernando Aramburu, Para entrar en materia te hago un breve resumen del argumento:

" El día en que ETA anuncia el abandono de las armas, Bittori, esposa de un empresario asesinado por la banda terrorista, decide volver a su pueblo y vivir en su casa de toda la vida, abandonada a la fuerza ante la presión de unos y la cobardía de los que callaban. Lo que a primera vista parece algo absolutamente normal, es tomado por algunos de sus vecinos como una provocación, sobre todo por Mirem, la madre de uno de los miembros del comando que mató al marido de Bittori. Estas dos mujeres, íntimas amigas en otros tiempos se enfrentan de forma callada, la una defendiendo la memoria de su marido y la otra a su hijo encarcelado por sus crímenes. Poco a poco, el autor nos va llevando por las vidas de las dos familias y nos acerca a la realidad de Euskadi durante la época del terror y después de la derrota de los asesinos.".

Lo curioso de esta novela es que el autor es perfectamente capaz de ponerse en la piel de todos sus personajes, incluso en la de aquellos que defienden lo indefendible. A lo largo de sus páginas vamos viendo como ha afectado la violencia a cada uno de los miembros de las dos familias, hasta darnos cuenta de que en esta tragedia nadie ha resultado indemne, ni siquiera los que todavía a pesar del dolor y la sangre derramada, se siguen considerando en posesión de la verdad.

Hay una idea que subyace en este relato, la imposibilidad de olvidar. Y tal vez esto no sea malo del todo, porque la mejor forma de no repetir los errores del pasado es tenerlos vivos en la memoria, aunque, que duda cabe, hay que aprender a vivir con ellos.

Además de ser una novela impecablemente escrita, "Patria" consigue que los que no hemos vivido desde dentro la tragedia del terrorismo, seamos capaces de entender el por qué está resultando tan difícil que los verdugos pidan perdón y las victimas lo acepten.

No quiero dejar de recomendar la lectura de esta novela porque además del placer de leerla, nos va a hacer reflexionar sobre la violencia que a veces provoca la política entre personas muy cercanas.

Quedar en paz





miércoles, 15 de febrero de 2017

El primer libro de bolsillo

Estimado lector-a,

Para los que amamos los libros es un autentico placer bucear en la historia de uno de los más grandes inventos de la humanidad, la imprenta. El invento de la impresión mediante caracteres móviles en Occidente es atribuido al alemán Johann Genfleisch zur Laden, conocido como Gutemberg. Y digo en Occidente porque los chinos ya utilizaban la imprenta varios siglos antes (para que algunos hablen de la supremacía de la cultura occidental). Sin embargo, el invento de Gutemberg no sirvió para popularizar los libros, en realidad lo que se hacía era imprimir las mismas obras que anteriormente copiaban los monjes a mano.

El auténtico padre de la edición de libros actual tal y como la conocemos fué Aldo Manuzio, el viejo; (1449-1515). Impresor y humanista italiano, considerado el primer editor literario de la Historia, Fundó una imprenta en la que publicó más de 40 volúmenes en tres años. En 1500 inventó el carácter inclinado, llamado aldino o itálico; creó también el formato en octavo. También fue el inventor del libro de bolsillo, lo cual entra de lleno en el terreno de la innovación empresarial.

A partir de ahí comenzaron a circular por Europa sus famosos "octavos", que era una auténtica innovación en los volúmenes destinados al estudio de los humanistas. Esta innovación de Manuzio constituyó una auténtica revolución no sólo tipográfica, sino también cultural, ya que, a partir de la producción masiva de "octavos", el legado de los clásicos quedaba al alcance de una gran masa de lectores.
Sustituyó los lujosos materiales empleados en la encuadernación de los códices medievales por cubiertas elaboradas con pasta de papel o cartón; consiguiendo así, ejemplares menos costosos.
De la imprenta de Manuzio salieron cerca de ciento cincuenta títulos; sobre todo, ediciones príncipes de Aristóteles, Platón, Ovidio, la comedia y la tragedia griega, pero también, novedades contemporáneas de poetas como Pietro Bembo o el mismísimo Erasmo de Rótterdam.

Las innovaciones de Aldo Manuzio marcaron un punto de inflexión en la todavía incipiente historia del libro impreso, hasta el extremo de que la filología posterior reservó el nombre de incunables para referirse a cualquier volumen impreso desde la invención de la imprenta por parte de Gutenberg hasta el año 1500. Se aludía con ello a que estos primeros impresos estaban todavía en la cuna o infancia de las artes tipográficas, y que, a partir de la creación de los caracteres aldinos o itálicos, las técnicas de impresión habían alcanzado ya su etapa de madurez. Se habla, también, de edición aldina para aludir a todos aquellos ejemplares salidos de los talleres venecianos regentados por Manuzio y sus descendientes.

En su infatigable labor intelectual, Aldo "el Viejo" no se conformó con imprimir y difundir el legado de los clásicos, sino que congregó en torno a sus talleres a lo más selecto de la erudición europea de finales del siglo XV e inicios del XVI. Fundó, en Venecia, la Academia de Expertos en Literatura Griega o Nueva Academia, más conocida como Academia Aldina entre los que formaron parte su posteriormente gran amigo Erasmo de Rotterdam. 

Por lo tanto querido lector-a, a partir de ahora cuando pensemos en la imprenta como un invento decisivo para la cultura, vamos a dedicar un recuerdo a este italiano genial gracias al cual podemos disfrutar del placer que nos da un libro en las manos.

Quedar en paz








jueves, 9 de febrero de 2017

El Laberinto de los Espíritus

Estimado lector-a,

Hoy te voy a comentar la cuarta entrega de la saga del Cementerio de los Libros Olvidados de Carlos Ruiz Zafón, Esta saga de cuatro libros como sabes se compone además de La Sombra del Viento(un auténtico fenómeno literario cuando se publicó), El juego del Ángel y El Prisionero del Cielo.

El autor en la página 885 de esta última entrega realiza un resumen brillante de sus cuatro entregas:

" Había calculado que aquel magnum opus producto de mi calenturienta imaginación juvenil alcanzaría unas dimensiones diabólicas y una masa corpórea colindante en la quincena de kilos. Tal y como yo la soñaba, la narración estaría dividida en cuatro volúmenes interconectados que obrarían a modo de puertas de entrada a un laberinto de historias. A medida que el lector se adentrase en sus páginas sentiría que el relato se ensamblaba como un juego de muñecas rusas en el que cada trama y cada personaje conducía a otro y este, a su vez, a otro más y así sucesivamente."

Desde la perspectiva que me dan mis muchos años de lector, el hilo argumental que supone la idea del cementerio de los libros olvidados creo que es una de las más brillantes que he conocido. Para cualquier amante de los libros, la sola idea de la existencia de tal paraíso es algo absolutamente extraordinario. Creo que si me viera en ese cementerio podría pasarme años sin salir de él.

En el Laberinto de los Espíritus, se culmina la historia de la familia Sempere, propietarios de una librería maravillosa en Barcelona. La novela comienza con una escena en la que mi personaje favorito de toda la saga, Fermín Romero de Torres, intenta salvar a una niña, Alicia Gris, de un bombardeo de la guerra civil. La niña termina cayendo malherida en el cementerio de los libros olvidados y a partir de aquí comienza una trama oscura que despliega su red desde las entrañas del régimen franquista, hasta que esa niña convertida en una mujer muy especial termina haciendo justicia y vengando todas las villanías cometidas por un grupo de siniestros personajes.

En mi opinión amigo-a lector-a creo que estamos ante una de las más grandes novelas de los últimos años. Sería una auténtica pena que te la perdieras. Sí, ya sé que casi siempre te recomiendo que leas los libros que comento, pero te aseguro que esta obra magistral merece la pena. Fíjate si me ha gustado que por primera vez me he enfrentado a este artículo con un miedo horrible de no estar a la altura de la novela y, a pesar de estar seguro de que no lo he estado, de verdad, no dejes de leerla.

Quedar en paz



sábado, 4 de febrero de 2017

Tertulias entre aromas de café

Estimado lector-a,

Una de las tertulias literarias más antigua fue la romántica. Me refiero a la tertulia El Parnasillo, celebrada en la España de 1830 en el ya desaparecido Café del Príncipe. En esta tertulia tuvo su origen el Romanticismo español, movimiento literario que como sabéis tenía una interpretación un tanto melodramática de la existencia y elevaba el amor(sobre todo el no correspondido), a la categoría de culto. El Café del Príncipe (antiguo corral de comedias) se situaba junto al Teatro Español, en el madrileño barrio de las letras y en la calle del mismo nombre. Allí se daban cita escritores de espiritu romántico como José Espronceda, José Zorrilla, Juan Donoso Cortés, Juan Bravo Murillo, Fermín Caballero y otros muchos. También acudían empresarios teatrales como Juan Grimaldi y una pléyade de actores y jóvenes literatos que intentaban vender sus creaciones.Resulta curiosa la descripción que hace del café el periodista Mariano José de Larra(el autor entre otros del artículo titulado "Vuelva usted mañana" de rabiosa actualidad a pesar de los años):

"Es un lugar reducido puerco y opaco. Su mobiliario lo forman doce mesas de madera de pino pintadas de color chocolate y las sillas correspondientes. La iluminación es escasa, con una lampara de candilones en el techo y media docena de quinqués en las paredes."

Está claro que literatura y abundancia no andaban de la mano hasta la llegada reciente de las macro-editoriales y las adaptaciones cinematográficas.

Las veces que he tenido la suerte de pasear por el barrio de las letras de Madrid, he imaginado a aquellos humildes escritores deambulando por sus calles en pleno invierno tapados con un abrigo raído y una bufanda de lana, de vuelta desde el café a cualquier fría habitación de una humilde pensión. Es curioso que la obra de muchos de estos hombres haya pasado a la posteridad y a ellos ni siquiera les sirviera para vivir dignamente.

Siguiendo con lo de las tertulias literarias, no se puede dejar de nombrar al conocido café Gijón, situado en pleno centro de Madrid. Fundado en 1888, se hizo famoso gracias a las tertulias improvisadas que se organizaban a diario, de los más diversos temas, sobre todo de pintura, literatura, cine y toros. En sus sillas han pasado largas horas personajes como Federico García Lorca, Gerardo Diego, Benito Pérez Galdós o Valle Inclán, y otros estuvieron más de paso, como Dalí. Hubo un tiempo en el que todos los actores que buscaban un lugar en alguna de la obras de teatro de Madrid tenían como paso obligatorio este café, donde se han firmado muchos contratos. E incluso en sus salones han estado sentados Franco, Santiago Carrillo y Saddam Husseim (para mi gusto estos personajes no le han dado nada de prestigio al café, pero bueno, nombrados quedan).

Tras la guerra civil el Gijón retomó su actividad y algunos personajes influyentes lo eligieron para sus tertulias de las tres de la tarde, como César González Ruano y Camilo José Cela, quien describiría años después cómo era la vida de aquel Madrid de miseria y tertulia en su novela La colmena. Francisco Umbral también frecuentó durante muchos años el café y hay quien dice que se inspiró en los personajes variopintos que lo frecuentaban por la noche para construir algunos de sus relatos. Todos los que hemos amado y amamos la obra de estos genios no podemos menos que agradecer a esos cafés que fueran el caldo de cultivo que las generó.

Actualmente se están reactivando las tertulias literarias. La verdad que en estos tiempos de prisas, redes sociales y chateos, se agradece que un grupo de amantes de los libros se reúnan para debatir sobre sus lecturas. Creo que no sería mala idea crear una tertulia entre los que me leéis y el que esto escribe. Si os animáis aquí me tenéis, abierto a cualquier sugerencia.

Quedar en paz