Estimado lector-a,
Mi comentario hoy lo dedico a una novela histórica que tiene mucho de biografía, o una biografía que tiene mucho de novela histórica, como tú quieras. Se trata de la primera obra de Christian Gálvez, famoso por conducir admirablemente uno de los pocos concursos culturales de la televisión actual. Su título, Matar a Leonardo da Vinci.
A mi personalmente me ha gustado mucho esta novela, desde la primera página me ha enganchado y lo más importante, me ha acercado a la figura de Leonardo, genio muy poco comprendido en su época y en la nuestra, cosa que suele pasar con cualquier genio. Al fin y al cabo un genio es un ser muy diferente a esos que nos consideramos normales, y por lo tanto son excluidos de la sociedad. Hace muchos años los quemaban en la hoguera y ahora los quemamos en la indiferencia.
Dejándome de elucubraciones sigo con la novela. A mi que, aunque amante del arte, no soy ningún experto en Leonardo, me han sorprendido algunos aspectos de su biografía, por ejemplo su estancia de varios meses en el monasterio de Monserrat durante 1482, en el que al parecer dejó inconclusas varias tablas. Hasta allí llegó el decreto del Papa Sixto IV, " matar a Leonardo da Vinci", que da nombre a la novela. Lo curioso es que Leonardo pudo huir de Monserrat gracias al entonces abad del monasterio Giulano Della Rovere, futuro papa Julio II, por cierto sobrino del perseguidor de Leonardo.
También me ha gustado mucho la aproximación a la madre del genio. Como sabes, Leonardo era hijo ilegítimo de un notario florentino y una esclava bizantina. Esta mujer después de años de separación busca a su hijo y pasa sus últimos años junto a Él. Tanto influyó en Leonardo el reencuentro con su madre y su estancia en Monserrat, que en una segunda versión de su célebre Gioconda, la cara de la modelo es la de su madre y en el fondo izquierdo del cuadro aparece la montaña de Monserrat. Al parecer, este cuadro estuvo en su poder hasta su muerte y no hace demasiado tiempo apareció en los fondos del Museo del Prado.
La novela comienza con la estancia de Leonardo en la prisión de Florencia acusado de sodomía, delito muy recurrido cuando no se tenía nada de que acusar a quien se quería hundir. El autor da a entender que, en este asunto no estaba muy lejos la envidia que Sandro Botticelli. En fin vamos a dejarlo ahí. Ya sabes que eso de la envidia no es algo sólo de nuestra época. Al final del genio inmortal acude nada menos que el rey francés Francisco I, mecenas y gran amigo.
En la página 353 del libro trascurre una conversación entre Leonardo y nada menos que Miguel Ángel en la que tenemos una maravillosa definición del amor:
-La atracción de la riqueza corresponde al interés
-La atracción del físico corresponde al deseo.
-La atracción de la inteligencia corresponde a la admiración.
-La atracción sin un determinado porqué corresponde al AMOR.
¿Bonito verdad?.
Pues nada, querido lector-a, aquí lo dejo, con amor y deseando que si no has leído este libro, lo hagas, merece la pena.
Quedar en paz
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