miércoles, 26 de abril de 2017

Un paraíso en la Tierra

Estimado lector-a,

Recientemente se han cumplido 300 años de la fundación de la Biblioteca Nacional. En este paraíso se guardan nada menos que 28 millones de publicaciones desde el siglo XVIII hasta la actualidad. Entre ellas hay 30.000 manuscritos, 3.000 incunables, 500.000 impresos anteriores a 1831, 6.000.000 de monografías, 110.000 revistas y 20.000 periódicos. También cuenta con una colección de cerca de quinientos carteles de la República y la Guerra Civil española, adquirida en 1982.

Asimismo en la BNE se guarda la colección de mapas antiguos de España, una colección de dibujos de Goya, grabados de Durero, una colección de grabado español contemporáneo... Y, por supuesto, una colección cervantina con las siete ediciones del Quijote que aparecieron el primer año de su publicación, así como las más importantes ediciones del siglo XVII, abundantes traducciones, importantes ediciones ilustradas, etc.

!Y yo que estaba orgulloso de mi humilde biblioteca!. Creo que voy a enviar una carta a La Biblioteca Nacional ofreciéndome gratuitamente para limpiar el polvo a todas esas maravillas. Claro que, pensándolo bien, en ese paraíso no debe haber ni polvo. ¿Te imaginas querido lector-a tener a tu disposición todas esas joyas?. En fin no quiero ni pensarlo; vamos a seguir imaginando que tocamos un ejemplar del Quijote que tocó el mismo Cervantes, o que podemos pasar las hojas de un códice copiado a mano por un monje allá en la Edad Media. Creo que como continúe por ese camino me va a dar algo. Por cierto, a la Biblioteca se incorporan desde hace muchos años todos los libros que se publican en español, lo que no creo es que los presten.......

Ya que hablamos de maravillas literarias, se ha realizado un estudio sobre los libros más vendidos a lo largo de la historia. Al parecer el más vendido, aunque no se tienen datos fiables del número de ejemplares editados, es Don Quijote de la Mancha. Ya con datos, los más vendidos son Historia de dos ciudades de Charles Dickens con 200 millones de ejemplares, El Señor de los anillos y el Hobbit de Tolkien con 150 y 100 millones respectivamente y Diez negritos de Agata Christie. Resulta curioso el atractivo que ha alcanzado en poco tiempo la literatura fantástica de Tolkien (no me considero un gran admirador de estos temas, pero mira, los números cantan).

Bueno querido lector-a espero que si alguna vez tienes la suerte de visitar La Biblioteca Nacional, me lo cuentes con pelos y señales.

Quedar en paz




lunes, 24 de abril de 2017

La humilde genialidad

Estimado lector-a,

Hace unos días Eduardo Mendoza recibió el premio Cervantes de manos del Rey y nada menos que en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. Este genial escritor es un enorme ejemplo de humildad; a pesar de ser uno de los mejores autores actuales en español su esperado discurso fue un ejemplo maravilloso de inteligencia y humildad. Empezó afirmando en la puerta de la Universidad "haber traído a la familia para que le criticasen y a los amigos, para que le hicieran la ola". Arrancó diciendo que se encontraba en una posición “envidiable para todo el mundo” menos para él mismo. Mientras los presentes en el paraninfo se preguntaban si lo decía por el premio o por el púlpito barroco desde el que hablaba, el escritor se lanzó a recordar las cuatro veces que ha leído el Quijote de cabo a rabo.

Cerrado el repaso de sus lecturas cervantinas, Eduardo Mendoza acabó refiriéndose, sin alarmismos, al “cambio radical” que afecta a la cultura: “La tecnología ha cambiado el soporte de la famosa página en blanco, pero no ha eliminado el terror que suscita ni el esfuerzo que hace falta para acometerla”. También aludió al papel de la ficción — “no dar noticia de unos hechos, sino dar vida a lo que, de otro modo, acabaría convertido en mero dato”— antes de recordar que actos como el de ayer entrañan para el protagonista, es decir él, un riesgo inverso al que corrió don Quijote: “Creerse protagonista de un relato más bonito que la realidad”. Luego prometió “hacer todo lo posible para que no ocurra tal cosa” y se despidió anunciado que seguirá siendo el que siempre ha sido: “Eduardo Mendoza, de profesión, sus labores”.

Para ser humilde cuando se ha conseguido el éxito, hay que ser también muy inteligente y sobre todo tener claro quién fuiste, donde estás y por qué. Está claro que Eduardo Mendoza cumple sobradamente estos requisitos y muchos más. Como lector, no puedo hacer otra cosa que decirle: "muchas gracias maestro por los buenos ratos que me ha hecho pasar leyendo sus obras y enhorabuena por este merecido premio."

No quiero terminar esta reseña sin recomendar, a quien no lo haya hecho, la lectura de las novelas de Eduardo Mendoza. Puedo asegurar que merece la pena.


Quedar en paz





martes, 18 de abril de 2017

Entre la realidad y la ficción

Querido lector-a,

Hay muchos personajes que forman parte de la literatura universal que no han salido únicamente de la imaginación del escritor que los ha hecho célebres. Hay dos aventureros que siempre me han llamado la atención especialmente, Robin Hood y Robinson Crusoe.

En realidad, la leyenda de Robin Hood es una amalgama de varios personajes que vivieron en la Inglaterra del Rey Juan, hermano de Ricardo Corazón de León. En el siglo XV, las narraciones sobre las aventuras del forajido se vierten en las baladas, una composición literaria similar a los cantares de gesta en Francia o los romances castellanos. Las baladas de Robin Hood más antiguas son Robin y Gandalín y Robin Hood y el Monje. En esta última balada aparece ya plenamente desarrollada la figura de Robin y sus compañeros, el pequeño Juan, Much, Scarlet, Lady Mariam, Fray Tuck y el malvado sheriff de Nottingham. Y por supuesto toda la acción se desarrolla en el famoso bosque de SherWood. La mayoría de las baladas son de autor desconocido, probablemente uno o varios juglares que utilizaban estas historias para entretener a su publico. Todo esto, en manos de los guionistas de Hollyvood , terminó siendo una auténtica mina cinematográfica.

El caso de Robinson Crusoe es muy distinto, ya que la historia de Daniel Defoe se basa con toda seguridad en un personaje real. Este sujeto se llamaba Alexander Selkirk y nació en 1676 en Escocia. Cuando el 1 de febrero de 1709 el corsario Woodes Rogers fondeó en una de las islas deshabitadas del archipielago de Juan Fernández, a 670 Kilómetros de la costa de Chile, se encontró un fuego que ardía en la playa. Al día siguiente surgió del bosque un hombre que vestía con pieles de cabra, iba descalzo y empuñaba un viejo mosquete oxidado. El naufrago llevaba cuatro años y cuatro meses en la soledad más atroz, después de ser abandonado por el corsario Tomas Stradling tras una disputa, dejándole con una libra de pólvora, un hacha, un mosquete, un cuchillo, una cazuela, ropa, instrumentos de navegación y, lo más curioso, una biblia. Defoe partiendo de esta historia escribió su genial novela y añadió a Viernes, el compañero de Robinson en parte de su aventura. Por supuesto cambió el origen del protagonista, pasando de corsario a pobre naufrago.

Pero hay muchos más personajes literarios inspirados por personajes reales, por ejemplo el Drácula de Bram Stocker, el D´Artagnan de los Tres Mosqueteros, la genial novela de Alejandro Dumas, Madan Bovary de Gustavo Flaubert, Sherlok Holmes de Conan Doyle , el Doriam Gray de Oscar Wilde y tantos otros.

Creo, querido lector-a, que esta puede ser una buena excusa para leer si no lo has hecho nunca o releer algunas de estas grandes historias. Yo acabo de terminar de releer nada menos que Oliver Twist de Charles Dickens, y te puedo asegurar que lo he disfrutado más que la primera vez que lo leí.

Quedar en paz



viernes, 14 de abril de 2017

Varias preguntas incomodas

Estimado lector-a,

Hoy me vas a permitir que te haga algunas preguntas :

¿Cuánto tiempo hace que al levantarte por la mañana no dedicas unos minutos a respirar el aire fresco que entra por tu ventana?.

¿ Cuánto tiempo hace que no disfrutas de un amanecer en plena naturaleza y con alguien que se recueste en tu hombro?.

¿Cuánto tiempo hace que no disfrutas de una puesta de sol?.

¿Cuánto tiempo hace que no contemplas la luna y te dejas envolver por su magia?.

¿Cuánto tiempo hace que no te sientes pequeño contemplando un cielo estrellado?.

¿Cuánto tiempo hace que no abrazas a un niño y le trasmites amor y seguridad?.

¿Cuánto tiempo hace que no le dices te quiero a la gente que amas?.

¿Cuánto tiempo hace que no tomas una flor y te dejas perturbar por su aroma?.

¿Cuánto tiempo hace que no ves bailar a las palmeras mecidas por una suave brisa?.

¿Cuánto tiempo hace que no abrazas a esa persona que sabes que necesita un abrazo?.

¿Cuánto tiempo hace que no lloras de alegría?

¿Cuánto tiempo hace que no lloras al leer un libro?

¿Cuánto tiempo hace que no te emocionas al escuchar esa música que te trae tantos recuerdos?.

¿Cuánto tiempo hace que no caminas sin prisa ni rumbo, pendiente solo de saborear lo que te rodea?

¿Cuánto tiempo hace que pasas un día entero sin preocuparte de noticias, redes sociales o ese teléfono que no nos deja vivir?


Pues mira querido amigo-a, si no contestas "hace muy poco" a la mayoría de estas preguntas, algo estamos haciendo mal en nuestra vida(yo el primero). Lo bueno de todo esto es que la solución es muy simple, vamos a proponernos que todas esa cosas incluidas en estas preguntas(reconozco que muy capciosas), pasen a ser algo cotidiano en nuestras vidas. Espero que así sea.

Quedar en paz





martes, 4 de abril de 2017

La maldición de Tutankhamon

Querido lector-a,

Hace unos días encontré en mi biblioteca un ejemplar curioso. Es una especie de diario de Howard Carter, el descubridor de la tumba de Tutankhamon en 1922, en el que detalla minuciosamente los pormenores de dicho descubrimiento. Este libro lo encontré hace años en una librería de viejo, maravillosos lugares en los que he encontrado mis libros más queridos. Ojeando sus páginas he recordado que en la época del descubrimiento se habló mucho de la supuesta maldición que perseguía a todo aquel que hubiera entrado en la tumba.

En realidad alrededor de este faraón ha habido siempre una aureola de misterio, a pesar de su poca importancia histórica ya que murió muy joven y, al parecer, su ascenso al trono se produjo de una forma muy accidentada. Recordarás, que en uno de mis anteriores artículos te hable de una pareja real que trastocó las antiguas creencias religiosas del imperio de las dos tierras, Akenaton y su esposa Nefertiti. Pues bien, cuando el general Horember instigado por los sacerdotes de Amon acabó con el reinado y la vida de la pareja real, se encontró con que no existía ningún heredero al trono. Después de muchos avatares, decidieron nombrar rey al esposo de una de las hijas de Akenaton y Nefertiti, Ankhesenpatón, que subió al trono con el nombre de Tutankhamon. Hasta aquí una mas de las muchas vicisitudes políticas del longevo reino Egipcio. Lo realmente importante del descubrimiento de la tumba de Tutankhamon no fue, como erróneamente se ha creído, que la tumba estuviera totalmente intacta. En realidad Carter alude a una intrusión de ladrones de tumbas que debió ser abortada antes de que llegaran a la cámara funeraria y se produjera la profanación del sarcófago real. Esto es lo que hace especial  este descubrimiento, que la cámara real se encontró tal y como la dejaron los sacerdotes que enterraron al faraón hace más de 3.000 años.

Siguiendo con la maldición, su origen está en una afirmación de la escritora Marie Corelli, que dijo poseer un antiguo texto árabe que avisaba de las nefastas consecuencias que esperaban a quienes entraran allí. También contribuyó a alimentar la polémica nada menos que Arthur Conan Doyle, el padre de Sherlok Holmes , que ante la muerte de Lord Carnavon, promotor del descubrimiento, días después de abrirse la tumba, afirmó creer firmemente en la maldición. En menos de un año murieron también tres personas más que estaban presentes el día de la apertura de la cámara funeraria. Esto a simple vista parece que ampara la teoría de la maldición, pero si tenemos en cuenta que en la apertura estuvieron presentes veinte personas y que, en los días siguientes, la visitaron todos los arqueólogos presentes en ese momento en Egipto, incluso Carter se refiere a la visita de la entonces reina de Bélgica y su heredero, pues la verdad es que tampoco parece que haya motivo para escribir un guión tipo Hollywood y estrenar una película taquillera. Además, se ha realizado un estudio sobre la media de edad a la que fallecieron esos afortunados testigos del maravilloso hallazgo y, al parecer está en unos 70 años. Teniendo en cuenta que estamos hablando de hace casi un siglo y de que se trata en su mayoría de personas que llevaron vidas llenas de peligros y aventuras, pues no parece que exista maldición alguna.

Siento querido lector-a chafarte el misterio, eso sí, si tu prefieres seguir pensando que hubo maldición, pues nada da rienda suelta a tu imaginación y disfruta.

Quedar en paz