domingo, 13 de agosto de 2017

La facesoledad

Querido lector-a,

Esta palabreja que titula mi escrito de hoy merece pasar a figurar en el diccionario de la Real Academia. Su definición sería:

" Dícese de la soledad que se siente delante de un ordenador, teléfono o tableta mientras se navega por una red social."

Cuantas horas dedicamos a ver lo que los demás hacen, los sitios que visitan, las comidas que ingieren y hasta los kilómetros que recorren en bici. Qué pena que en lugar de mirar no nos preocupemos más por hacer, por hablar con los demás, por disfrutar de los muchos placeres que podemos gozar en compañía. Y si somos de los que publicamos, interaccionamos e incluso tenemos conversaciones telegráficas con nuestros "amigos", la cosa no es tan grave. Lo realmente preocupante son aquellos que pasan horas y horas mirando páginas sin reaccionar ante ninguna. Qué duro será el momento en que sean conscientes de su terrible soledad.

He leído un ensayo de Stephen Marche en el que defiende esta tesis. “Vivimos en una acelerada contradicción: cuanto más conectados, más solos estamos”, señala Marche. El autor apunta a la paradoja de que las redes sociales podrían estar contribuyendo al aislamiento que querían conquistar, y explica por qué. Entre otras cosas: es la calidad y no la cantidad de interacciones con otros lo que importa. Por otra parte, la soledad es un estado psicológico, independiente de las condiciones de fuera.

El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, ha ganado 50,000,000,000$ con su empresa, centrándose en nuestro miedo a la soledad, eso es Facebook”, esta es la reflexión sobre el rol de las redes sociales en la vida moderna del sociólogo Z. Bauman. “Nunca en la historia humana hubo tanta comunicación como hoy pero esta comunicación no desemboca en el diálogo, que es el desafío cultural más importante de nuestro tiempo. Nadie realmente habla. En Facebook jamás puede suceder que alguien se sienta rechazado o excluido. Siempre, veinticuatro horas al día, los siete días de la semana, habrá alguien dispuesto a recibir un mensaje o a responderlo”

Creo que no debemos demonizar las redes sociales, lo importante es darles el papel de medios de comunicación que tienen. Lo que no debemos permitir es que se conviertan en el salón de nuestra casa, ese lugar en el que nos encontramos a gusto, protegidos y rodeados por la gente que queremos. Te propongo una cosa querido lector-a : ¿que te parece si tu dejas de leer y yo de escribir, nos levantamos y nos damos un buen paseo para disfrutar de todo lo bueno que nos rodea?. Por mi parte, hecho, ya acabo,,,,,,

Quedar en paz




lunes, 7 de agosto de 2017

No soy un monstruo

Querido lector-a,


Acabo de finalizar la lectura de la obra prima de Carme Chaparro, "No soy un monstruo". Creo que acaba de darse a conocer otra escritora brillante, y van muchas ya en los últimos años. Está claro que la literatura española ya no es solo de genero femenino por ese artículo que los académicos nos obligan a usar, si no por ese grupo de escritoras brillantes que han irrumpido en el panorama literario con obras no solo bien escritas, también interesantes y capaces de atrapar al lector.

En esta novela de corte policíaco, Carme Chaparro nos pone ante una realidad horrible, el rapto de niños por parte de pederastas u otros psicópatas, que a veces lo hacen por alcanzar unos momentos de "gloria". La trama llega a ser en algunos momentos trepidante. Creo que aquí se nota que la conocida periodista está acostumbrada a esos días de vértigo de las redacciones de los informativos en que trabaja. En determinados momentos es muy difícil dejar de leer y colocar el marca-paginas, porque sabes que como te vayas a dormir no vas a conseguir pegar ojo hasta saber como acaba esa escena que te has dejado a medias.

Recomiendo encarecidamente la lectura de esta novela y, si os parece, vamos entre todos a conseguir comprando el libro que Carme Chaparro nos deleite con otras obras.

Quedar en paz